JORGE BARRAL EN EL MONTEVIDEO BLUES FESTIVAL
Revista Posdata
11 de diciembre de 1998

AÑOS DE BLUES

Después de un cuarto de siglo sin tocar en un escenario local, el legendario Jorge "Flaco" Barral volverá a empuñar su bajo blusero mañana sábado en el segundo Montevideo Blues Festival. Cuando en 1973 emigró a España, ya su huella había marcado a fuego el incipiente rock nacional: Días de blues, el trío que conformará con Daniel Bertoloné en guitarra y Jorge Graf en batería, quedaría en la historia como el mejor trío de blues-rock uruguayo de todos los tiempos.

¿Qué impresión te ha causado el país después de tantos años de ausencia?

Por cuestiones familiares había estado en las Navidades pasadas y por cuestiones del destino vine unos días en agosto, por lo que juntando todo puedo tener una idea más aproximada. Hombre, ha cambiado; en aquella época no veíamos nada del exterior, un concierto de B.B. King no existía, el país ahora está mucho más abierto: ha cambiado, también, siguiendo una evolución mundial, en cuanto que los productos musicales se han comercializado más, por decirlo de alguna manera. Ahora el rock y el candombe son negocio, entonces se toma la música desde otro punto de vista.

Profundizando esa visión tuya, y yendo 25 años atrás, uno piensa que todo aquel rock de principios del 70 era sólo por amor a la camiseta...

Nada más, nada más. Yo de hecho vivía de la artesanía, no de la música; por entonces lo hacíamos sólo porque nos gustaba. Te diría que por lo general se perdía dinero porque siempre tenías que poner parte de lo tuyo en mil historias y todo eso...

¿Se les pasó por la mente a Bertolone, a Graf a ti que Días de Blues iba a quedar como un mojón fundamental en la historia del rock nacional?

La verdad es que en todos estos años yo ni hablaba de Días de Blues. Para mí había sido algo precioso, bonito, evidentemente el mejor grupo que tuve en Uruguay y, a ciertos niveles, la mejor experiencia musical que tuve en mi vida, pero algo pasado. De todas maneras, tanto me marcó que sigo hoy día haciendo blues. Soy un blusero: todo lo paso por el blues, aunque haga un tema hindú. Pero ni por remota idea pensaba incluso que hoy pudiera llegar a estar aquí para dar un concierto como "Flaco Barral" en Uruguay.

Por aquí se ha dicho muchas veces que Días de Blues fue el gran trío de blues que tuvo el Río de la Plata, omitiendo el nombre de Manal, que a mí me parece también insoslayable. ¿Cuál es tu opinión acerca de esto?

Yo ya conocía y admiraba a Manal, porque desde el año 66 ó 67 hasta el 70 viví en Buenos Aires. Para mí los dos tríos del Río de la Plata han sido Manal y Días de Blues. Además éramos distintos, quizás mientras nosotros teníamos muchísima fuerza, ellos eran más preciosistas, más delicados haciendo el blues. Nosotros, por decirlo de alguna manera, éramos más rockeros dentro del blues. Aunque ellos no tenían temas acústicos y nosotros sí: la delicadez la metíamos allí.

¿Has vuelto a ver a Daniel Bertolone en estos años?

No, Ha pasado una cosa muy rara. Después de muchísimo tiempo, hace cuestión de unos diez o quince años, me llama Bertolone desde Londres diciéndome que va a hacer una escala en Madrid, que se va a quedar unos días y luego va a seguir para Australia (que es donde vive). Bueno, me pasó los datos del vuelo y eso, fui al aeropuerto y me quedé ahí esperando: no apareció nunca. Después le escribí a la dirección que me había dado y nunca contestó. La cuestión es que perdí contacto. Ahora empecé a buscarlo de nuevo, y de tanto buscar y buscar, me llamó hará cuestión de veinte días, diciéndome que sabía que yo venía a tocar a Uruguay y que lo andaba buscando. Quedamos en mantenernos en contacto para considerar la posibilidad de venir a tocar el año que viene.

A Jorge Graf si lo has visto...

Sí, está acá en Montevideo, y el domingo pasado estuve con él.

Con sólo repasar tus actividades en España, puede verse que has tocado con gran cantidad de grupos y solistas. Además de tu trabajo como profesional, ¿en qué experiencias te has sentido más involucrado artísticamente o has podido expresarte como creador?

Estuve ocho años en Labanda, un grupo instrumental de música celta. Compuse varios temas para el grupo, además de sentirme muy bien, ya que podía encauzar una faceta que a mí me gusta mucho, que es lo acústico. Con ellos tocaba guitarra, banjo tenor, bouzouky y mandolina, además de bajo. Y actualmente estoy en un grupo que se llama Manzanares Delta, con el que hacemos blues rural eléctrico. Yo compongo para el grupo, aunque canto un tema solo, ya que me gusta mucho como canta el cantante. Además, realmente canto muy mal.... yo expreso cosas, pero no soy un gran cantante, y de blues, menos. Aquí lo voy a hacer, y lo suelo hacer, pero en ese grupo he preferido que cantara Fede.

Te vas a presentar en formato trío con David Gwynn y José Manuel Torrego. ¿Estás habituado a tocar con ellos en esa formación?

Sí, estoy tocando con David Gwynn desde el año 1984, y de hecho ahora está por salir un nuevo disco de él en donde tocamos los tres como trío, aunque él después meta como cincuenta guitarras arriba. Pero la base es el trío, con el cual estamos siempre actuando.

El nombre con el que se presentan en el Montevideo Blues Festival está concebido sólo para esa oportunidad ¿no? Porque si no me equivoco andaban otros nombres en la vuelta...

Sí, hombre, porque al principio los organizadores me preguntaron que nombre ponerle y yo contesté: "Los Pájaros del blues", pero enseguida me arrepentí porque no me gustaba y le puse "Los Criollos Blues". Pero realmente había un reclamo de que se supiera que el que tocaba era el Flaco Barral, entonces terminé siendo Jorge Barral & David Gwynn Band. Pero en realidad, normalmente soy yo el que lo acompaña a él. En esta oportunidad él me acompaña a mí porque el conocido aquí soy yo. Pero, vamos, el trío es David Gwynn Band.

¿Qué repertorio van a hacer?

Vamos a hacer unos ocho temas míos y el resto temas de David o versiones de blues norteamericanos. Casi todo va a ser blues, aunque hay un tema medio hinduista por ahí.

¿Cómo ves la situación actual del blues a nivel mundial, o al menos en España?

Es un poco lo que te decía: el comercio ha atrapado a un montón de músicas, entre ellas al blues. Hoy el blues es comercial, antes era sólo para minorías. B.B. King puede ir diez veces a España en un año y las diez veces llena. En otro aspecto, en España creo que hay un pequeño problema con el blues, y es que aparte de nosotros, casi todas las demás bandas lo hacen en inglés. Me parece que el blues no ha calado dentro del público español con más fuerza por esa distancia entre el inglés y el español, dígamos.

¿Puede considerarse que en el Río de la Plata hay más cultura blues que en España?

Por supuesto, muchísimo más. Cuando llegué a España a hacer blues, la primera vez que subí a un escenario me tiraron con monedas. Te estoy hablando de 1973.

En España venía sufriendo desde hacia años un período muy especial, el rock prácticamente no existia...

Estaba Miguel Ríos y cuatro más. Y encima antes de cada concierto que hacía Miguel Ríos llegaba la policía y se llevaba a todo el mundo preso. Llegué en un momento en que no había nada. De hecho una de mis razones de irme a vivir a Menorca por dos años en el medio del campo fue decir bueno, como veo que esto está muy raro me hago un relax, me limpio de todo lo sucedido en Uruguay, que para mí era muy fuerte, y por eso corría el peligro de seguir viviendo nada más que de los recuerdos durante toda una vida. Y bueno, me fui en un plan campestre total: hacía artesanías, tenía mi casa con mis gallinas, conejos y patos y, como siempre, mi cuartito de música en donde hacía cosas solo para mí. Gracias a que seguí tocando tuve la gran suerte de que viviendo en esa casa un día vi aparecer a un personaje al que le habían dicho que allí vivía un músico: era Hilario Camacho. Se quedó a vivir conmigo tres meses, preparamos un disco y luego aterricé en Madrid, entrando por una puerta bastante grande que era acompañar a Hilario Camacho y encima compartir composiciones con él.

¿En qué año fue eso?

Por el 75.

Justo cuando murió Franco...

Dos días antes de salir para Madrid a grabar el disco murió Franco. Como ves, la puerta se abrió en todos los sentidos. Creo que siempre he tenido suerte, en parte porque me dejo llevar mucho por la vida, por las cosas que vienen; nunca trato de torcer nada, aunque a veces salga perdiendo. Siempre gano en experiencia. Fijate que cuando me fui de acá tuve la suerte de irme justo tres meses antes del Golpe aquí en Uruguay. Así que tal vez esta vuelta a Uruguay sea por algo también y tenga un significado bueno para mí.