Por : Ernesto Sclavo Pereira | ||
Opus por Gonzalo Farrugia (el cielo esta llorando) Recuerdo la primera vez que hablé con Gonzalo Farrugia sin micrófonos de por medio.... le veía escribir negras y corcheas en una servilletita de papel a un chico luego del concierto de Psiglo en AFE en Montevideo, Uruguay, como aquella que me comentaba en aquel bar de Garibaldi y Gral Flores su sueño de un grupo llamado Psiglo. Cuantas veces de niño, en aquella heladería del Balneario Parque del Plata mientras escuchaba en una rockola "En un lugar un niño" como si fuera una ceremonia religiosa, me imaginaba a aquellos "dioses de la música" en un escenario mientras mi padre que me pedía un cono de chocolate y frutilla. Tiempo atrás, nos habíamos conocido con el flaco Farrugia gracias a una entrevista que les realizo a todos los Psiglo en el diario "La República" para aquel importante concierto que cerraba un círculo abierto y pendiente de la cultura popular uruguaya. Yo ya estaba curtido en esto de las entrevistas, más aquella me costo sangre, sudor y lágrimas... Me quedó grabado a fuego su fuerte apretón de manos y el conocimiento de mi tarea por obra de amigos, colegas y compañeros de banda que le habían acercado ejemplares de mis obras periodísticas. Fue la semilla de una amistad que se concretó en 1998 cuando su regreso al Uruguay luego del concierto homenaje a Ruben Castillo en el Teatro Solís. Música pop-latino (los exitosos mexicanos Todavía), jazz (T J Band), rock progresivo, la partitura del himno nacional de México, la docencia (entre sus alumnos Charly Alberti de Soda Stereo de Argentina) y su dirección de la sección de percusión de la Orquesta de Tijuana (México). Fusión de culturas y versatilidad instrumental para los más diversos estilos y disciplinas musicales, fueron parte de su largo exilio en tierras centroamericanas. "Tremendo pedazo de baterista, capaz de tocar cualquier cosa", me dijo el genial guitarrista argentino de rock y blues Norberto "Pappo" Napolitano, que lo había tenido en su seno en Aeroblues, luego del paso de Gonzalo por el grupo de rock progresivo Crucis en Buenos Aires y la posterior primer integración de Serú Giran junto a Charly García. Este último, hablaba de él como "el baterísta que tocaba tan fácil esas cosas de jazz imposibles de la Mahavishnu Orchestra y Return to forever de Chick Corea"....El gran compositor y guitarrista argentino Luis Alberto Spinetta siempre lamenta no haber tenido "a ese demasiado gran músico" en los 80's para sus trabajos. Todo era una lista interminable de elogios hasta nuestro reencuentro en 1996 por la reunion de Psiglo en el Teatro Solís para Ruben Castillo y su homenaje. Estuvo una tarde en mi casa, con su entonces compañera Stella tomando café y escuchando jazz (Frank Zappa) y rock progresivo de ayer y hoy (King Crimson y Dream Theater). Hablamos de sus ideas, sus proyectos. Juntar a Psiglo para un tercer disco, igual que a sus argentinos Crucis. Aportar a los jóvenes músicos uruguayos su experiencia, como hiciera posteriormente en la Yamaha Music School. Así, sin querer y dando una mano a quien quería volver a vivir en Uruguay, me converti en su amigo, plomo, manager, productor, asistente y lo que hiciera falta. Buscar la mejor reentré en la música uruguaya, fue obra de la generosidad de Jorge Nasser para que ingresara en Níquel. El reencuentro con Gustavo "Mamuth" Muñoz (bajista de Psiglo II) abrío la puerta de Stellium, su cd de reencuentro con la creación en tierras charrúas. El trabajo con grandes músicos como Luis Firpo y Luis Alderotti (Zafahroni), la cofradía de amigos como Jorge Barral (Días de blues) y Jorge Nasser. La búsqueda de un guitarrista novel, me permitió acercarle las dotes y artes de un gran amigo: Ricardo "Wizard" Gonzalez, con quien compartí inquietudes musicales en Empire, una prometedora banda de metal progresivo. "Caminando con gigantes", del cd de Ricardo "Teatro de marionetas", juntaba nuevamente las genialidades instrumentales de Mamuth y Gonzalo. Pirotecnia, frescura y arte en estado puro.... El flaco era una persona capaz de discutir con duro fervor y despedirse con un cálido abrazo y un "hasta luego" con generosa sonrisa. Y vernos 3 días después y seguir mirando hacia adelante. La megacrisis de fines de los 90's en la Banda Oriental de aquellos incapaces gobernantes que malusaban las palabras de Artigas, nos llevó a distintos caminos. A mí, la puerta del exilio como todos los uruguayos de mano de obra calificada. A otros, perder amigos que siempre estaban a la vuelta de la esquina de su barrio. Más Gonzalo siempre quiso saber de quienes estabamos del otro lado de la esquina del Atlántico y estaba al día de nuestros caminos. Su buen hacer, me había acercado a sus camaradas de ruta de los 70's que residían en la vieja Europa: sus compañeros de Psiglo Ruben Melogno, César Rechac y colegas incondicionales como Jorge "Flaco" Barral (Días de blues), Hermes Calabria (Barón Rojo). En 2006, luego de reencontrarnos en la presentación de un libro de Fernando Peláez sobre el rock uruguayo de los 80's y gracias a la inmensa generosidad de José "Deco" Nuñez del programa de radio "Meridiano Juvenil" (CX 26 Sodre), decidimos hacer una charla sobre las distintas generaciones del rock uruguayo... Allí, pudimos sentar a hablar a 2 gigantes. Los años 70's con Gonzalo Farrugia y los 80's con Martiniano Olivera (ex Zero)... y la charla fue tan hermosa que sentó bases importantes: el teléfono de Meridiano no paraba de sonar con gente de las más variadas edades, se estaba aportando para cerrar un círculo de la identidad de la cultura juvenil uruguaya. Como dijera Martiniano: "gracias a Dios aún existe en Uruguay un lugar como Meridiano que nos permite hablar y compartir palabras entre dos generaciones del rock uruguayo y más con alguien tan grande como Gonzalo Farrugia y enterrar estas malditas lagunas de la dictadura en la cultura de nuestro país": Luego del programa, Gonzalo me agradece con su bonhomía y humildad la oportunidad de hablar de esos temas en la radio... Le dice a José Nuñez: "A Ernesto, tienen que darte una oportunidad, un tipo como él tiene que volver al Uruguay y dirigir un medio periodístico. El paisito necesita gente así".... Desgraciadamente, fue la última vez que compartimos charla y presente. Quedó pendiente una cena que por cuestiones de trabajo de Gonzalo y de agenda de mi persona (me quedaban días para regresar a España) no pudimos concretar.... En noviembre de 2007 recibí de Tabare Rivero y Carlos Porteiro las malas noticias de que había estado pasando malos momentos de ánimo y salud.... A fines de octubre del 2008, recibo la linda noticia de que volvía a casarse y que se sentía muy ilusionado con ello.... Quien iba a decir que meses después, a quien que buscaba nuevos horizontes para sus huellas, se le iría su último hálito de vida en breve... Más el destino, jugo sus cartas y la muerte, esa vieja puta y cruel, te llevó en su viaje cuando aún quedaban tantos bemoles para trinar entre los sonidos del siencio que trae el viento desde una nube azul de tu cielito lindo. Si existe un más allá, seguramente desde el otro lado del silencio tal vez haya un Monte Olimpo de la música uruguaya. Si es así, los clarines de las puertas de marfil de los sueños de Gonzalo están sonando. Seguramente, lo recibirá su amigo Enrique Pereyra con su "abrazo de oso" como dijera su camarada de armas Jorge Nasser y la mano fraterna y cálida del "flaco" Ruben Castillo, aquel hombre que logró la hazaña de tender puentes de palabras con silencios más allá de las cinco de la tarde en su discodromo. Aguantando la musicasión estará el Corto Buscaglia riéndose con el loco Mateo y, seguramente, sus baquetas de batería estarán a pedir de manos para integrarse a la Orquesta Filarmónica de los Cielos a interpretar su "Sinfonía de un Nuevo Mundo Mejor", más justo, más humano y real, donde en cada primavera la musa de la música le susurrará al oído melodías eternas como el tiempo para elevarse y encontrar nuevos caminos. Hasta luego flaco, que aquellos que compartimos los soles de tu paraíso terrenal te saludamos y recordamos siempre tu mirada plena de eterna sonrisa.
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